SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 18 de marzo de 2015


A LA CAZA DE UN CIUDADANO EJEMPLAR

Muchas somos las personas que nos hemos visto sorprendidas en las últimas semanas ante la noticia de que un juzgado de Guadalajara ha decidido llamar a declarar al alcalde de Azuqueca de Henares, Pablo Bellido, por un supuesto delito de estafa en unas obras de urbanización del nuevo centro joven de la localidad.

Al igual que la mayoría de las y los azudenses, conozco a Pablo Bellido y también conozco cuál es su modo de vida y su forma de ser, totalmente incompatible con los hechos de los que el Partido Popular se ha empeñado en acusarle por la vía de lo penal (a pesar de que en el Pleno celebrado en el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares, ante la falta de argumentos sobre los que basar lo que considero una tropelía, el Grupo Municipal del PP trataba de rebajar la importancia de su denuncia. Es más, muchos ciudadanos nos enteramos en el Pleno de que el portavoz del Grupo Popular admitió que cuando firmó dicha denuncia, desconocía su contenido y que simplemente había puesto su nombre a unos documentos elaborados en otras instancias, así como de que el expediente completo se les entregó no habiendo transcurrido una semana desde su petición, aunque vilmente el PP argumentara que no se les facilitó nada. ¡Menos mal que los registros no pueden mentir!).

Primeramente, la noticia me causó una total incredulidad, pero tras leer la información publicada en algunos medios de comunicación, esa sensación se transformó en indignación: la cacería cuatrianual del PP parecía nuevamente en marcha.

Mucha gente, entre la que me incluyo, piensa que todo este asunto apunta a la nueva “infamia” política con la que el Partido Popular nos obsequia en cada periodo electoral, yendo más allá de un intento de desgatar al adversario, rebasando cualquier límite imaginable de la decencia democrática y superando con sus acusaciones el plano político para así tratar de devastar a una persona en su esfera personal y moral. ¿Cuál es el verdadero error de Bellido? Ser el alcalde socialista de un gran municipio como Azuqueca de Henares y no decaer en la defensa de los intereses generales de sus vecinos y vecinas, y también ser un referente de la izquierda guadalajareña, poniendo de manifiesto la crueldad de De Cospedal y las consecuencias inhumanas de sus recortes.

Creo que es conveniente comenzar por aclarar el origen del asunto en cuestión, antes de comenzar a analizar el “fin” que persigue el mismo, que es realmente lo más indignante.

La cuestión en análisis comenzó con unas obras del plan FEDER (fondos europeos) para la construcción del intercambiador y centro joven del municipio. Como siempre en cualquier obra, por pequeña que sea, hay que incluir modificaciones sobre el proyecto inicial porque como saben todos los técnicos, es imposible contar con toda la información precisa hasta que no se empieza a trabajar sobre terreno. La forma de articular estas modificaciones consiste en una propuesta de la empresa constructora y una aceptación -o no- de la misma por parte del director de la obra, un arquitecto o una propuesta del propio técnico, que en definitiva son los encargados de evaluar su viabilidad técnica y su valoración económica. Finalmente, el Ayuntamiento es el encargado de ratificar esta decisión técnica, contando en este caso además con una auditoría de las instituciones europeas por tratarse de Fondos Europeos. Vamos, que no hay trampa ni cartón. Tanto o más es así, que cualquier finalización de una obra debe ir acompañada tanto por un acta de recepción en la que, reunidos dirección facultativa de la obra, representante de la contrata, representante técnico de la Administración y el propio Interventor Municipal  (es decir, ningún representante político, conforme a lo determinado por el art. 235 del RDL 3/2011, de 14 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de contratos del sector Público) se procede al reconocimiento detallado de las obras y la comprobación de que se han ejecutado razonablemente de acuerdo con el proyecto aprobado e instrucciones dadas por el facultativo director de las obras, que se encuentran en buen estado y se pueden entregar al uso o servicio correspondiente. Así, el representante técnico de la Administración acordará recibir las obras de referencia de conformidad con el art. 235 mencionado antes, iniciándose así y con esa fecha un plazo de garantía de un año. El acta de recepción va acompañado en todos los casos de un certificado final de obra suscrito por la dirección facultativa (director de la obra y director de la ejecución de la obra) donde se da fe de que la obra ha sido ejecutada bajo su control e inspección de acuerdo al proyecto, la documentación técnica que las define y las normas de buena construcción. Del mismo modo, en este acta de recepción se fijará por parte del director de la obra un día para el inicio de la medición general de las obras, quedando notificado de este modo al contratista para dicho acto, donde se llevará a cabo la toma de datos correspondiente y la medición de lo realmente ejecutado (de conformidad al art.166 del Reglamento General de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por R.D. 1098/2001, de 12 de Octubre). Este acta de medición general de la obra sólo es firmado por el técnico director de obra y un representante de la contrata.

Este funcionamiento es el normal en todos y cada una de las licitaciones de obras en los Ayuntamientos, por supuesto también los gobernados por el PP, entre otras cosas porque no existe otro posible. Como Ingeniero de proyectos os puedo asegurar que no es posible contemplar el 100% de la realidad física en un papel y por lo tanto la modelización de un proyecto jamás será perfecta.

La gran diferencia existente en este caso es que el PP de Azuqueca de Henares parece que tenga la orden de enturbiar la campaña electoral, más aún después de su grave crisis interna en esta legislatura donde su grupo municipal se deshizo. Cospedal se vuelve a jugar la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha precisamente en nuestra provincia y parece estar dispuesta a todo, aún sabiendo que el asunto terminará con un sobreseimiento, como ya sucediera con una denuncia anterior del PP por una exposición de fotos y que no sirvió para más que para hacer el ridículo entre toda la ciudadanía de Azuqueca y denotar de ese modo su falta de aprecio a la libertad de expresión y la cultura. Aunque eso sí,  a través de algunos pseudomedios de comunicación de Guadalajara consiguieron esos diez minutos de basura politiquera  para ver si así consiguen ir sembrando esa semillita de la duda entre los potenciales  votantes. Ni el clientelismo y caciquismo de Romanones podrían revivir de mejor manera, se ve que aún nos queda algún poso de aquello.

Una vez aclarado el corazón de la polémica quisiera pasar a poner sobre la mesa el “fin” del asunto, que para mí es lo más alarmante.

Como ya he comentado al inicio de este artículo, el PP de la provincia de Guadalajara nos tiene acostumbrados a que cada cuatro años, siempre unos meses antes de las Elecciones Autonómicas y Municipales, nos sorprende con un asunto jurídico que suele diluirse después de las Elecciones pero que durante ese periodo crucial en sirve para “enmierdar” el ambiente. En 2007 fue el escándalo del piso atribuido al entonces alcalde socialista de la capital que tras la cita electoral quedó en nada y sin embargo ayudó al PP a recuperar la alcaldía en esa legislatura. Después, el tema preferido por el PP para judicializar la política fue la tragedia del incendio de Guadalajara, que tras varios años de calvario profesional  y personal, tanto los técnicos como los políticos encausados fueron exculpados finalmente por la Audiencia de Guadalajara. En esta ocasión, una vez más se utilizó políticamente la desgracia meses antes de las Elecciones que a la postre coadyuvaría a que De Cospedal ganase las Elecciones en Castilla-La Mancha gracias a la provincia de Guadalajara donde consiguió su mayoría parlamentaria por un diputado en el conjunto de la región. Así pues,  cómo no, en 2015 el Partido Popular no podía dejar pasar la oportunidad de dar un codazo vía judicial a sus rivales para esta nueva carrera electoral.

Evidentemente, el PP dirá que son decisiones judiciales. Nada más lejos de la realidad cuando se trata de instrumentalizar la Administración de Justicia (no olvidemos que el poder judicial es nada menos que uno de los tres Poderes del Estado) para generar “polémicas mediáticas” creadas con la intención de interferir en los procesos electorales, buscando el interés espurio y no la verdad.  Baste recordar estos dos artículos: el primero publicado por el diario El País en marzo de 2008 y este segundo publicado por La Crónica en julio de 2010 para que a cualquier ciudadano le asalten serias dudas sobre el procedimiento y el resultado que este tuvo. Nadie repuso el daño ocasionado a los afectados al final del proceso y la presidenta de la Audiencia Provincial, y amiguísima de De Cospedal hoy es magistrada.

Pablo Bellido ha hecho lo que muy pocos políticos se atreven a hacer hoy en día: dar la cara sin excusas ni ambages, con la verdad por delante, compareciendo públicamente todos los días y pidiendo declarar cuanto antes, No ha hecho más que practicar la transparencia ya conocida en el Ayuntamiento de Azuqueca y ha puesto a disposición de los ciudadanos y medios de comunicación toda la documentación correspondiente a la obra.

Resulta curioso que el propio PP de Azuqueca no quiera pedir la dimisión de Pablo Bellido como alcalde, así como que el “informe” que aporta el PP, firmado por dos arquitectos vinculados para el aliado mediático de De Cospedal en Guadalajara , obrara en su poder desde el mes de noviembre y sin embargo lo saquen a la luz ahora. Me pregunto que si tan seguros estaban de la veracidad de ese “informe”, ¿mantenerlo oculto durante meses no va en perjuicio de los intereses públicos de los Azudenses?

Este miércoles, subimos este artículo de S.Martínez, ingeniero con una dilatada experiencia en la redacción de proyectos y obras, con la diferencia con respecto a otros ocasiones que desde el conjunto de personas que conformamos la organización, lo suscribimos y hacemos nuestro letra por letra y punto por punto de sus reflexiones. Después de leerlo continuamos haciéndonos esta pregunta ¿un tema puramente técnico por qué salpica en primer lugar al alcalde? Parece sin más un aviso a navegantes. La política más pronto que tarde se quedará sola. Eso sí, quedará el politiqueo y una buena ley mordaza. ¡Salud!