SOBRE LA ASOCIACIÓN

El colectivo y laboratorio político Arrebol nació creyendo que la cultura política es uno de los mejores mecanismos sociales para avanzar en nuestra Democracia. Creemos firmemente en esta como herramienta para profundizar en nuestros valores. La política está presente en nuestro día a día, en casi todos nuestros actos, decisiones y posiciones, en nuestro trabajo, en nuestra relación con los vecin@s... y debe ser el único camino posible para progresar hacia una sociedad más justa, más humana, menos sectaria, que permita avanzar hacia la igualdad de derechos y obligaciones de los ciudadan@s. Nuestr@s representantes políticos hoy, más que en ningún otro momento, deben ser esencialmente ejemplares y albergar un alto sentido ético. Rechazamos profundamente el concepto pre-fascista acuñado como clase política y manifestamos nuestro deseo de que más pronto que tarde, los principales partidos del país, sean capaz de regenerarse y entender que no son los únicos propietarios de la política, aunque sí una parte importante de su representación. ARREBOL figura inscrita en el registro de Asociaciones Culturales de Castilla-La Mancha. E-mail de contacto: arp.arrebol@gmail.com

miércoles, 24 de abril de 2013


BLANCA CALVO DIRECTORA DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE GUADALAJARA

Bibliotecaria, madre, abuela, mujer de su tiempo (creo), optimista y cabezota.

"LA POLÍTICA ES PARA MÍ, LA POSIBILIDAD REAL DE CAMBIAR LAS COSAS INJUSTAS"

01> La Biblioteca Pública de Guadalajara es…
Un lugar de apertura, una ventana en la ciudad para que se asomen al mundo todos cuantos quieran, un lugar acogedor hecho por todos, con todos, para todos…, un faro que ilumina a los que quieren ser iluminados.

02> Un libro con el que identifiques a Ana Guarinos, a Pablo Bellido y a José Luis Maximiliano…
Ana Guarinos: El hombre que plantaba árboles, de Jean Giono
Pablo Bellido: La trilogía de Nueva York, de Paul Auster
José Luis Maximiliano: La madre, de Máximo Gorki.
No es una relación muy científica, e igual no les gusta nada “su” libro si lo leen. Pero son los que se me han aparecido al pensar en ellos.

03> Alguna buena o buen  polític@ del pasado…
Hombres: Mandela, Lula… ¿para qué ir más atrás?
Mujeres: Helen Zille, ex alcaldesa de Ciudad del Cabo. Fue nombrada mejor alcalde del mundo en 2008; Clara Campoamor, que luchó por el voto femenino en España. 
                                                                                   
04> Un rincón de la ciudad que te atraiga es…
El Palacio del Infantado, sin duda. Sobre todo durante el Maratón.

05> Lo que más aprecias en tu vida es…
La independencia, o la libertad, que es lo mismo. Mi familia. Mi trabajo. Mis amigos. Mis perros.

06> Y lo que más detestas es…
Procuro no dejar entrar las cosas detestables en mi vida. Las evito. Por eso quizá lo único que puedo responder es madrugar, y tampoco es tan malo después de haber dado el primer paso fuera de la cama. Las mañanas huelen muy bien.

07> Si tuvieras poder para cambiar algo, darías la vuelta a…
La tortilla. Si pudiera dar a un botón que automáticamente nivelara el reparto de la riqueza en el mundo de una manera igualatoria lo haría. No lo dudaría, aunque seguramente yo, y muchos de los que me rodean en esta ciudad, viviríamos peor que ahora.

08> La política es para ti…
La posibilidad real de cambiar las cosas injustas.

09> …y el sistema que rige el mundo en la actualidad…
Parece estar diseñado para que las cosas injustas no cambien, porque los poderes económicos tienen una fuerza desmesurada, mucho mayor que la de los políticos.

10> Tu entorno como valora a l@s polític@s de Guadalajara…
Mi entorno es bastante crítico con los políticos, los de Guadalajara y todos en general, pero en este momento eso es algo muy habitual. Desgraciadamente, porque siempre harán falta personas que trabajen en lo común, y esos son los políticos. Algo que no perdono a los políticos y a los partidos que han gobernado en su propio beneficio, y no en el común, es precisamente eso: que hayan dado lugar a ese rechazo de algo que es necesario para que la sociedad funcione.

11> La primera vez que te implicaste socialmente fue…
En mis primeros años de universitaria, en Valladolid. Hace mucho tiempo de eso.

12> Una anécdota de vuestro trabajo en la Biblioteca…
Hay tantas que es imposible escoger. Quizá la que se me ha quedado más profundamente marcada es la que se produjo el 10 de julio de 2004, sábado. Ese día, a pesar de que hacía un calor tremendo, se reunieron muchísimas personas entre el Palacio del infantado y el de Dávalos para trasladar mano a mano los 1001 últimos libros que todavía no se habían “mudado” a la nueva sede de la Biblioteca, libros que habían sido elegidos por los usuarios para tener ese privilegio de viajar acariciados por muchas manos.
La respuesta de los usuarios a favor de su biblioteca produce anécdotas muy emocionantes, como aquella vez que pedimos voluntarios para ayudar a los niños a hacer los deberes en la biblioteca y en las siguientes horas nos contestaron más de doscientas personas.

13> Un sentimiento positivo que quieras compartir con tus compañeras y compañeros...
La idea de que, trabajando con constancia y en equipo, cualquier proyecto es posible. Y el cariño que les tengo después de tantos años de convivencia.

14> La implicación de la sociedad en la política es algo…
Absolutamente necesario, y eso hay que apoyarlo siempre, pero especialmente en estos momentos. La política es, simplemente, gestionar lo común en beneficio de todos: algo que hay que hacer en cualquier sociedad. Así que es imprescindible que la gente se implique, más o menos directamente, para que de verdad todos (no unos pocos) resulten beneficiados de los bienes comunes. El resultado ideal de la acción política es, desde mi punto de vista, el reparto equitativo de la riqueza, y para llegar a eso hay que implicarse.

15> La implicación de la política en la sociedad es algo…
Esta pregunta es un espejo de la anterior. Para conseguir ese reparto equitativo de una riqueza que es de todos, la política tiene que ponerse al servicio de la sociedad. Tiene que dar todo tipo de facilidades a la gente, y apoyar las iniciativas de las personas y los colectivos. Tiene que salir a la calle, no atrincherarse en despachos alejados y protegidos por todo tipo de cuerpos de seguridad.

miércoles, 17 de abril de 2013



APUNTES SOBRE LA ESCUELA DE GUADALAJARA EN LOS AÑOS DE GUERRA CIVIL [Primera parte]

No dejan de estar todavía en la oscuridad muchos aspectos de la vida en los tres terribles años de Guerra Civil. La escuela no se escapa de ese oscurantismo. Guadalajara tampoco. No obstante, algunos documentos que han perdurado nos permiten encender alguna luz. Es el caso del tomo nº 1 del registro especial de escuelas y maestros de la provincia de Guadalajara del año 1939. De su consulta he extraído algunas informaciones y de éstas, algunas deducciones.

Debo advertir que las afirmaciones que de ese documento se extraigan se tienen que  tomar con cierta  cautela, derivada de las limitaciones que imponen tres hechos:
                - La parcialidad y limitación de los datos, no sólo por venir de una sola fuente, sino, como advierte el jefe de la sección en la diligencia de apertura del libro, porque “contendrá los datos que pueda adquirir dadas las condiciones en que se encuentran”

                - Por faltar el tomo nº 2 que contiene la información de las escuelas de las poblaciones cuyos nombres están a partir de la  letra “S”.

                - Por la ausencia de información alguna de las escuelas en la zona republicana.
Para entender algunas reacciones del magisterio de la provincia de las que se derivaron situaciones administrativas poco favorables para gran parte de los titulares de las escuelas que pasaron a ser controladas por los rebeldes, conviene conocer algunos datos de la situación del magisterio en los años de la República y en los inmediatamente anteriores:

                - Cuando se proclamó la II República el 32´4 % de los 25 millones de españoles era analfabeto. De ellos, el 24´8 % de los hombres no sabía leer ni escribir y el 39´4 de las mujeres, tampoco. Un millón y medio de los niños españoles estaban sin escolarizar. Sólo 32.680 escuelas funcionaban con regularidad, para atender a todos los niños en edad escolar hacían falta 27.151 más. Tal como expresó Marcelino Domingo, primer ministro republicano de Instrucción Pública y Bellas Artes, España era en comparación con las democracias europeas “una vergonzosa excepción”.

                - En 1931 había 36.680 maestros nacionales distribuidos en dos escalafones con 10 categorías en total. La gran mayoría, 21.200, ganaba 3.000 pesetas anuales; 6.900 ingresaban entre 2.000 y 2.500 pesetas, y 2.345 tenían 4.000 pesetas de sueldo. Como se ve, la situación económica del magisterio era bastante precaria.

No es de extrañar que con esta situación, el magisterio se adhiriera con entusiasmo a la República desde el primer momento. Inspectores, profesores y maestros participaron con regocijo al advenimiento de la República. Retiraron prestos los símbolos de la monarquía (retrato del Rey Alfonso XIII) y sustituyeron la bandera roja y gualda por la roja, amarilla y morada de la República. Esta adhesión estaba justificada por el nuevo horizonte que se abría en la cultura española y por las promesas de atender prioritariamente a la educación y a la escuela nacional.

El Gobierno republicano aprobó un plan quinquenal para la creación de 5.000 escuelas cada año. En el primero, 7.000. En cuanto a construcciones de nuevos centros escolares, las Cortes aprobaron en 1932  gastar 600 millones en ocho años para este fin. Representaba el mayor esfuerzo realizado en educación hasta esa fecha. En julio de 1931 se aumenta el salario hasta 3000 pesetas a los 6833 maestros nacionales que ganaban 2000 o 2500, es decir el incremento supuso el 50 y 25 %, respectivamente. Fiel a su programa, el primer gobierno republicano en el mismo año crea 7000 escuelas nuevas con un sueldo medio anual de 5000 pesetas. Todo esto supuso que en los primeros meses de República se ascendieran a cerca de 14000 maestros.

Con el pronunciamiento militar del 18 de julio de 1936 y la  conquista de Sigüenza a principios de octubre del mismo año, la provincia de Guadalajara quedó dividida en dos mitades, cuyos frentes permanecieron casi inalterados hasta el final de la Guerra Civil: la zona rebelde, que coincide con las poblaciones que se sitúan al norte de la diagonal que va desde la provincia de Cuenca en su límite con Peralejos y Poveda hasta la de Segovia por los términos de Cantalojas y Peñalba de la Sierra, y la zona republicana al sur de dicha línea. Casi todo Molina, parte de Sigüenza y Atienza estuvieron controladas por las tropas de Franco, y la Alcarria, Brihuega, una parte de Cifuentes, Cogolludo y Guadalajara por las de la República. La línea de frente quedó inalterada, incluso después de que las tropas de Franco salieran derrotadas el 8 de marzo de 1937 en la sangrienta batalla de Brihuega. l estar la ciudad de Guadalajara en la zona republicana, la administración de la Guadalajara rebelde se hizo desde Soria. De ahí que los datos sobre las escuelas de esta zona provengan de esta última provincia.

Cuando estalló la Guerra Civil hasta el último pueblo de la provincia de Guadalajara tenía escuela, por lo que los niveles de analfabetismo eran muy bajos. En la mayoría de las poblaciones había  un maestro o dos, siendo muy pocas las poblaciones en las que funcionaban cuatro unidades o más. Las escuelas unitarias estaban atendidas indistintamente por maestros o maestras. Cuando había dos o más unidades no existía la coeducación, por lo que los niños solían tener un maestro y las niñas, maestra. Las pocas clases de párvulos solían ser mixtas y a cargo de una profesora. Las aulas de los pueblos de nuestra provincia estaban ocupadas en un 70% por maestros y maestras titulares, es decir, definitivos; con lo que la estabilidad de las escuelas era muy alta cuando se inició la contienda civil.

Sin embargo sobre un 43% de estos titulares no se presentaron en sus escuelas  al inicio del curso 1936/37 y de los que sí lo hicieron, la mitad fueron suspendidos en alguno de los tres cursos de contienda civil y, por lo tanto, reemplazados. Podemos afirmar que sólo un 25% de los maestros con destino definitivo terminaron en la escuela de su propiedad cuando  en 1939 finalizó la Guerra Civil. La mayoría de los maestros titulares fueron sustituidos por interinos, pero también por provisionales con destino definitivo en zonas ocupadas por la República. Estas sustituciones se realizaron bien entrada la primavera de 1937 e, incluso en enero de 1938, por lo que el curso de 1936/37 se perdió en la mayoría de las escuelas y los dos siguientes estuvieron cargados de muchas irregularidades.

En cuanto a las causas del alto porcentaje de maestros que no iniciaron el curso de 1936/37 hay que buscarlas en el miedo de mucho de ellos a las represalias por haber votado al Frente Popular, a su convicción republicana que les hizo defender la legalidad vigente, y a que en la zona donde se encontraban de vacaciones no fue ocupada por las tropas rebelde en aquel mes de julio de 1936.

ESCUELAS EN ZONA REBELDE
MAESTROS PROPIETARIOS
MAESTROS PROPIETARIOS NO PRESENTADOS AL INICIO DEL CURSO (primer trimestre)  1936/37
MAESTROS TITULARES, PRESENTADOS Y POSTERIORMENTE SUSPENDIDOS
SIGÜENZA
86%
42%
53%
MOLINA
70%
40%
38%
ATIENZA
70%
47%
25%
COGOLLUDO
69%
26%
63%
CIFUENTES
81%
62%
75%

Aunque las anomalías es la tónica general  en las escuelas de la Guadalajara rebelde, en la línea de frente estas irregularidades se incrementan aún más: 65 pueblos quedan en esta línea, 38 controlados por los rebeldes y 27 por los republicanos Algunos maestros se pasan a la zona republicana como Pedro Herranz y María Martínez, propietarios en las escuelas de Huertahernando; Miguel Renales de Ribarredonda o Josefa Núñez de Hontanares. A otros se les da por desaparecidos en agosto de 1936 y posteriormente suspendidos en 1937, como son los  casos de Ángel Herranz y Pilar Carrascosa, titulares de las escuelas de la Riba de Saelices. La suspensión de maestros es frecuente tanto con los maestros no incorporados como con los incorporados. Son los casos de cuatro propietarios de Jadraque y los dos de Arbancón que fueron suspendidos y sustituidos, unos en octubre de 1938 y los otros en mayo de 1937.

También se empleó el cambio de destino, es decir, el destierro, como sanción o castigo. Es el caso de Crisanto de Mingo y los titulares de Castilblanco y Riosalido a los que se obliga a ocupar destinos en poblaciones pequeñas de la provincia de Soria.

Algunos maestros que no se habían incorporado en inicio del curso 1936/37 lo hacen a lo largo de los años de Guerra como son los casos de los titulares de Alaminos, Almadrones y Espinosa de Henares. Otros, propietarios de localidades en zona republicana, sirven durante la guerra en poblaciones de la provincia o fuera de ella conquistadas por Franco y se reintegraron a sus destinos finaliza la contienda,  como ocurrió con los tres maestros de Brihuega.      

El salario de los maestros que ejercieron durante la Guerra Civil en la Guadalajara rebelde no sólo no mejoró, sino que empeoró ostensiblemente. Los maestros terminaron cobrando los mismos míseros sueldos que  se cobraban en los años previos al advenimiento de la República. No se les aplicó, desde luego, las mejoras republicanas. El 92% cobraba 3000 pesetas anuales; el 7%, 4000 y sólo el 1% ingresaba 5000. En general, los maestros interinos y el 66% de los propietarios ganaban 3000 pesetas e ingresaban 4000  el resto de titulares, excepción hecha de tres maestros destinados a Atienza que ingresaban 5000 pesetas anuales.

Pasados apenas 3 días del recuerdo conmemorativo de la proclamación de II República, en Arrebol este miércoles nos lo habíamos reservado para subir un artículo que recibimos hace meses y que gracias al rigor dispuesto por Paco Catalán en su investigación y su interés, y ahora el nuestro por nuestra propia historia (no tan lejana), nos ha servido de pequeño homenaje a este 14 de abril. Gracias Paco, por ofrecernos tu conocimiento para que pueda ser el de tod@s.                      

miércoles, 10 de abril de 2013


CARTA ABIERTA A JOSÉ LUIS SAMPEDRO

Ha muerto José Luis Sampedro. Escritor, economista, humanista, maestro de enseñanzas y de valores, ejemplo sin pretenderlo. Ha muerto José Luis Sampedro y, durante toda la mañana, llevan pasando por mi cabeza, sin descanso, las obras que me emocionaron, las entrevistas que me cautivaron, las frases que me motivaron. Y pienso que, después de todo, aunque él no esté, nos deja un legado inmenso, de un valor incalculable, para nosotros y para las generaciones futuras. Una herencia que hará que perviva la altura intelectual y el compromiso ético del maestro Sampedro que, en su prolífica vida, se asomó a nuestra provincia, la vivió, la sintió y se la contó al mundo como sólo él sabía hacer.

El río que nos lleva. Ese fue su regalo a nuestra provincia, su homenaje a la gente humilde de nuestra tierra, a nuestras tradiciones y valores. Un río que llevó la historia de los gancheros a latitudes jamás pensadas y que mejoró la autoestima colectiva de quienes viven en los lugares por los que pasa. Un río de prosa asombrosa en el que es fácil sumergirse porque es rico en cultura y en moral. Como la vida del maestro Sampedro, al que nunca le importó nadar contracorriente.

José Luis Sampedro no era de los que se dejan llevar. A lo largo de su vida supo siempre cuál era su lado: el de los seres humanos. Se empeñó en humanizar la economía, en ponerla al servicio de las personas, se posicionó contra los recortes, defendió que la democracia necesitaba que le transfundieran más dosis de democracia y jamás perdió la esperanza de construir Otro Mundo Posible. José Luis Sampedro, que a lo largo de sus 96 años de vida recibió todo tipo de homenajes y distinciones, hizo gala de su humildad hasta el último día.

Hace sólo unas semanas, le envié una carta para comunicarle el privilegio que supondría para Azuqueca que aceptase contar con una calle en nuestro municipio. Lo aceptó sin dudarlo. Amaya Delgado nos trasladó el agradecimiento del maestro y se puso a disposición de Azuqueca y sus gentes. Hoy, tristes por su marcha, nos queda el consuelo de saber que la Azuqueca del futuro se vertebrará en torno a la avenida José Luis Sampedro. Ojalá también en torno a sus valores.

El río por el que Sampedro nadó a contracorriente sólo ha podido llevárselo a sus 96 años y, al hacerlo, se ha cargado de su compromiso ético y de su altura intelectual. Bañarse en ese río, sumergirse en el legado del maestro, es hacerlo en conocimiento honesto y en humanismo solidario. Descanse en paz.

Este miércoles subimos un artículo de un ciudadano un tanto especial. Los que le conocemos tendemos a pensar que es más que un político-profesional es un ciudadano-político con toda la carga de ética y republicanismo que esto conlleva, aunque una parte de la ciudadanía no deje de verlo como Alcalde de Azuqueca. En cualquier caso, nadie podrá decir que es un político al uso. Y a su día a día nos podemos, como la necesidad de redactar una carta como esta. Gracias, Pablo, por hacerla  y que mucha gente en nuestra provincia pueda suscribirla sin pensárselo dos veces.      

miércoles, 3 de abril de 2013


LA CRISIS DE LA TRANSPARENCIA

Estamos en una época de grave crisis en lo económico y social, pero también una no menos grave crisis, de transparencia legal y ética de las instituciones y estamentos que fundamentan nuestro modelo democrático.

Esta crisis de transparencia legal y ética de las instituciones o estamentos que fundamentan nuestro modelo democrático, esta generada en gran parte por la desaparición de controles rápidos y eficaces, que de manera efectiva transparenten la actual opacidad con la que de manera general actúan.

Los últimos casos, ponen en evidencia esta falta de transparencia y de controles que puedan detectar de forma rápida y eficaz la aparición de conductas irregulares y/o poco éticas sobre la gestión económica de estas instituciones o estamentos. Además también ponen en cuestión la realidad de transparencia, participación y democratización de los mismos en los niveles de contratación, tesorería, gerencia y dirección, dejando claro, un déficit que no solo actúa en lo interno de estas instituciones o estamentos, sino que en aquellos, pocos, lentos e ineficaces controles que aun existen, que como tales, solo obedece su mantenimiento en los términos actuales, para legitimizar todo el sistema. Un sistema que está hecho y mantenido para garantizar la opacidad actual frente a la transparencia que debería de impregnar todo lo público o que perciba dinero público.

El Tribunal de Cuentas es en sí mismo un control, pero a todas luces, un control desfasado, lento y poco efectivo, para conseguir que la transparencia no sea solo una actitud voluntaria, sino una actuación obligada, por medio de legislación tendente a propiciar la transparencia y no la opacidad como hasta ahora, estos órganos tienen que ser más agiles, tener mecanismos más rápidos de actuación y sus informes tienen que ser vinculantes con el resto del ordenamiento jurídico, para que sus conclusiones puedan ser en sí mismo el auto instructor contra aquellas cuestiones irregulares y dejen de ser simplemente un papel mojado, caduco y prescrito.

Nuestra obligación como ciudadanos es cumplir con nuestras leyes y normas, pero también propiciar el cumplimiento por parte de los otros, el silencio o la omisión de información en cualquier delito o irregularidad de la vida normal, sabemos que es una infracción en sí misma, pero ante irregularidades o hechos poco éticos de instituciones y estamentos, se ejerce el silencio o la contención en la denuncia, tanto interna como externa, más allá de formar parte en la mayoría de las ocasiones del “secreto a voces”. Este silencio o contención viene dado por la presión y control que ejerce el poder sobre el conjunto de las y los ciudadanos que están bajo su influencia, siendo trasladado por los mismos como cuestión de confianza o lealtad hacia la figura que representa, lo que conlleva a una institucionalización a todos los niveles de la corresponsabilidad de las situaciones que puedan venir generadas por esa irregularidad o actuación poco ética o transparente.

Para ello, creo que hay que exigir varias cuestiones para la consecución de actuaciones transparentes, por parte de esas instituciones y estamentos y las personas que de manera pública u orgánica las dirigen o trabajan en ellas. Estas medidas entre muchas otras pasa por: .- La imprescriptibilidad de los delitos en cargos públicos, institucionales u orgánicos de instituciones o estamentos que reciban o aporten dinero público. .- La publicación de las declaraciones de renta de cargos públicos, institucionales u orgánicos de instituciones o estamentos que reciban o aporten dinero público. .- El desaforamiento de los cargos públicos, para poder ser juzgados por la justicia ordinaria.

Pues bien, después de esta reflexión, que no es nueva, ni descubro y que como el conjunto, me considero parte del problema, he querido también trasladar, como ciudadano que soy, algunas cuestiones sobre la mejora de algunos elementos de control y transparencia en estamentos o instituciones, que creo que se tendrían que dar para mejorar en forma de leyes y normas, que sean de aplicación obligada, para sino solucionar del todo está grave crisis de transparencia y de confianza en el sistema democrático, si, en todo caso, hacer más difícil la aparición sistemática de estos elementos de irregularidad y falta de ética y transparencia en la gestión pública o de lo público.

Esta es una tarea de todos, y el todo empieza en la responsabilidad de la aplicación a uno mismo, es por lo tanto la implantación de un sistema de control garante con la trasparencia y con la aplicación de medidas que permita actuaciones rápidas, que permita una auto aplicación, que además este supeditada a varios y variados sistemas de control autónomos e independientes con vinculación directa sobre la actuación inmediata para la paralización, corrección y denuncia de deficiencias de oficio por parte de los tribunales de justicia, y la obligatoriedad de ser propiamente la institución o estamento quien denuncie y actúe ante esos hechos.

Este miércoles subimos un artículo de un ciudadano “casi” de Guadalajara. Su nombre es el de Raul Santiago García y podría haberlo sido porque conserva bastantes amig@s en nuestra provincia, pero ha terminado formando parte de ese numeroso grupo de ciudadan@s que el trabajo les llevó hasta Madrid y allí se ha quedado. Como muchos de nosotr@s anda harto de estar harto cuando descubre cada día una nueva imputación de un político, un gran empresario…hoy de nuestra querida Infanta de España…¿qué más decir después de ver el escaparate?... más bien poco, porque casi todo el país estará de acuerdo en reflexiones como esta. Gracias Lagar.